Dra Maria Elena Ravelo, Neuropediatra.
Los ventrículos del cerebro son una red comunicante de cavidades (ventrículos) en lo profundo del cerebro que constan de dos cavidades laterales, un tercer ventrículo, un conducto comunicante (acueducto cerebral) y un cuarto ventrículo, todos llenos de líquido cefalorraquídeo (LCR), que es producido por los vasos sanguíneos (el plexo coroideo) en los ventrículos.
El cerebro flota en el LCR que lo rodea, y el LCR circula por los espacios ventriculares y los espacios que rodean el cerebro y la médula espinal, producido y absorbido en forma constante. La ventriculomegalia es una afección congénita (que ocurre antes del nacimiento) en la que los ventrículos del feto/bebé son anormalmente grandes. Los ventrículos grandes aparecen debido a que hay demasiado poco tejido cerebral a su alrededor (debido a escaso desarrollo cerebral o a lesión cerebral) o porque hay un bloqueo en el sistema ventricular que impide que el LCR salga de los ventrículos o porque hay un desequilibrio entre la producción de LCR y su absorción (hidrocefalia). La ventriculomegalia leve puede no tener signos o síntomas. Sin embargo, si los ventrículos son grandes o su tamaño aumenta (hidrocefalia), aparece un crecimiento rápido de la cabeza, fontanela (punto blando en la parte superior de la cabeza) llena o protuberante, irritabilidad o somnolencia, alimentación deficiente, movimiento anormal de los ojos u ojos que miran siempre hacia abajo, vómitos en proyectil y retraso en el desarrollo.
Es posible que solo haya que tratar la ventriculomegalia si hay hidrocefalia. El tratamiento de la hidrocefalia, por lo general, implica crear una vía (derivación) para que el exceso de líquido salga del cerebro y pase a otra área del cuerpo. La ventriculostomía endoscópica del tercer ventrículo crea un orificio en el 3er ventrículo, y se puede usar una combinación de ETV y destrucción del plexo coroideo si otros tratamientos no son eficaces.
En relación a la ventriculomegalia fetal (VM) se refiere al agrandamiento de uno o más de los ventrículos del cerebro fetal, identificado mediante ecografía prenatal. La ventriculomegalia lateral puede ser unilateral o bilateral; la ventriculomegalia bilateral con dilatación del tercer ventrículo se denomina dilatación triventricular, y si el cuarto ventrículo está dilatado, se utiliza el término «dilatación cuadriventricular». Es uno de los hallazgos fetales más comunes observados en la ecografía de anomalías del segundo trimestre y tiene una prevalencia al nacimiento de 0,3 a 1,5 por 1000 nacidos vivos en diferentes series. El término “hidrocefalia” se refiere a un aumento patológico del volumen y la presión del líquido cefalorraquídeo (LCR) intracraneal, generalmente asociado con una hemodinámica alterada del LCR. Generalmente es un diagnóstico clínico más que ecográfico. El término, aunque a menudo se utiliza como sinónimo de VM, no debería utilizarse idealmente en el contexto prenatal, ya que las presiones ventriculares no se pueden medir mediante ecografía prenatal. Además, aunque la hidrocefalia implica VM, esta última también puede ser el resultado de la pérdida de tejido cerebral o la atrofia del cerebro ( fenómeno ex vacuo ) y en algunas malformaciones del desarrollo cortical, como la lisencefalia, donde no hay aumento de la presión intracraneal.
La etiología de la ventriculomegalia fetal es muy variada, desde una variación fisiológica normal hasta trastornos estructurales o genéticos asociados a una discapacidad grave. Es probable que una ventriculomegalia leve represente una variante normal si no se observan otras anomalías estructurales (intracraneales o extracraneales) y si se descartan anomalías cromosómicas e infecciones. Sin embargo, no es posible determinar con certeza la naturaleza verdaderamente aislada de la ventriculomegalia durante el embarazo; por lo tanto, una variante normal es un diagnóstico de exclusión que no se puede realizar hasta después del nacimiento. La probabilidad de que la ventriculomegalia sea una variante normal disminuye con el aumento de los grados de dilatación.
Un estudio diagnóstico de la VM es principalmente a traves de la neurosonografía extendida, resonancia magnética y pruebas para trastornos genéticos e infecciones y un seguimiento en serie puede conducir a un diagnóstico específico, un mejor pronóstico y un mejor asesoramiento al paciente. La terapia fetal mediante derivación ventricular es una alternativa aunque no hay muchos estudios clínicos que la avalen. Sin embargo, con los avances en el diagnóstico y el tratamiento fetal, existe un renovado interés en el área y se espera que más estudios y ensayos prospectivos brinden una respuesta clara en el futuro cercano.