Dra. Magaly Bottaro Omaña, Neurológo Pediatra
La Real Academia Española define el término: Emergencia como: “una situación de peligro o desastre que requiere una acción inmediata”. Si lo llevamos al área de salud, podemos entonces decir que es un evento súbito adverso que pone en peligro inminente la vida de las personas y requiere atención inmediata. A diferencia de Emergencia, tenemos la definición de Urgencia, que es “un evento súbito, adverso que puede poner en peligro la vida de las personas o su funcionalidad pero que requiere ser atendido dentro de un tiempo prudencial”; en este sentido, es un poco menos grave que la Emergencia. Revisando la estadística internacional y la nacional, se puede notar que en los últimos años se ha observado un incremento en el número de consultas por motivos neurológicos en las emergencias pediátricas.
En las revisiones internacionales, el motivo de consulta neurológica más frecuente fue la aparición de episodios paroxísticos, epilépticos o no, seguidos por cefaleas y alteraciones de la marcha. El diagnóstico más frecuente al alta fue la cefalea (dolores de cabeza), seguido de episodios paroxísticos no epilépticos, las crisis epilépticas y las convulsiones febriles. Dentro de los motivos de consulta, la epilepsia fue el motivo más frecuente de ingreso. Desde el punto de vista nacional, las crisis convulsivas, el retraso psicomotor, las infecciones del sistema nervioso central, espacialmente las meningitis bacterianas agudas, el síncope y la cefalea son los principales motivos de consulta. El retraso psicomotor no constituye una emergencia en sí, por lo que en estos casos, debe orientarse a los padres de forma adecuada y derivarlo al Neurólogo Pediatra para su diagnóstico, seguimiento y tratamiento. La epilepsia fue el principal diagnóstico de ingreso y egreso seguido de meningitis bacteriana aguda.
En términos generales, ¿Cuáles síntomas podrían orientar a los padres en relación a la necesidad de acudir a una emergencia por causas neurológicas?
- El niño actúa de forma extraña o se ha vuelto más retraído o menos alerta.
- Tiene pérdida del conocimiento o falta de respuesta cuando se le habla.
- Presenta movimientos espasmódicos y rítmicos y pérdida del conocimiento (convulsiones o ataques).
- Piel o labios que lucen azules, morados o grises.
- Presenta rigidez del cuello o salpullido con fiebre.
- Presenta dolor de cabeza severo y persistente. O si no habla, se lleva las manos a la cabeza de forma constante.
- Cualquier pérdida del conocimiento, confusión, dolor de cabeza o vomito después de una lesión en la cabeza.
- Corte grande y profundo en la cabeza.
- Caídas.
- Descargas o choques eléctricos.
- Choques en bicicletas o en automóviles.
En relación a las causas de consulta más frecuentes que mencionamos previamente, ¿Qué síntomas pueden ser motivo de consulta a emergencia?:
Cefalea o dolor de cabeza:
- Dolor en menores de 5 años.
- Dolor de reciente comienzo y progresivo.
- El dolor predomina en la parte posterior de la cabeza (región occipital).
- Se acompaña de otras alteraciones asociadas: inestabilidad, alteración de la visión, temblor, dificultades para hablar, hormigueo en alguna parte de la cabeza, cara o incluso del cuerpo.
- Aparición muy brusca.
- Cefalea que lo despierta por la noche.
- Cefalea que empeora con maniobras de Valsalva: toser, saltar.
- Dolor acompañado de desviación de un ojo o visión doble.
Convulsiones febriles:
- Cuando sea la primera convulsión febril.
- Si es menor de 1 año o mayor de 6 años.
- Si no está claro el origen de la fiebre.
- Si la crisis no cede en 2-3 minutos .
- Si la convulsión se repite dentro del mismo contexto febril.
- Si el niño no se recupera bien y quedan síntomas (no recupera del todo la conciencia, tiene parálisis de alguna extremidad, sigue adormilado, decaído o irritable).
En la situación de pandemia actual por Coronavirus Covid-19
Debemos sospechar infección por este virus en caso de sintomatología neurológica de aparición reciente. Hay algunos signos y síntomas neurológicos a considerar que pueden ser motivo de asistencia al área de emergencias o requerir una atención urgente o preferente. Entre ellos se encuentran:
- Cefalea o dolores de cabeza.
- Dolores musculares (mialgias).
- Alteración del olfato y del gusto.
- Mareos, cuadros confesionales o inestabilidad.
- Afectación de los nervios periféricos conocida como Enfermedad de Guillain-Barré, en la que se desarrolla una debilidad progresiva de inicio en miembros inferiores o Miller Fisher, que es una variante de la enfermedad anterior con afectación de la motilidad ocular y se puede observar con asociación de parálisis facial periférica.
Epilepsia:
- Después de una primera crisis.
- Si la crisis es de larga duración, por ejemplo pasa de 5 minutos.
- Si las crisis se repiten en poco tiempo.
- Si el niño no se recupera bien y quedan síntomas (no recupera del todo la conciencia, tiene parálisis de algún miembro, sigue adormilado, decaído o irritable).
Si el paciente es epiléptico conocido pero:
- Aparecieron crisis repentinas estando previamente controlado.
- Tiene persistencia de las crisis a pesar de haber iniciado un tratamiento.
- Presenta un cambio en la forma de presentación de la crisis.
- Aparecen crisis durante la retirada de una medicación.
- Aparecen efectos secundarios durante la introducción de una medicación.
- Le indicaron algún otro tratamiento y éste podría interactuar disminuyendo la efectividad de los medicamentos antiepilépticos que recibe habitualmente.
Infecciones del sistema nervioso central: En caso de fiebre que se acompañe de síntomas neurológicos como:
- Trastornos en el estado de conciencia.
- Cambios en el estado de conducta de aparición repentina.
- Somnolencia excesiva o falta de respuesta adecuada al llamado e inadecuada interacción con el entorno.
- Alteraciones en la marcha o de la movilidad de alguna de las extremidades.
Por último, es importante tomar en cuenta que existen otras condiciones o patologías neurológicas de base que, considerando las definiciones de emergencia y urgencia, en un momento determinado podrían ser causa de consulta urgente o preferente. A continuación mencionaremos algunos de estos casos:
- Trastorno del espectro del autismo: si presenta regresión a nivel del desarrollo social o del lenguaje. También si aparecen movimientos anormales y alteraciones del comportamiento graves.
- Tics y Síndrome de Tourette: Cuando se acompañan de episodios de ansiedad, descontrol de impulsos, ataques de ira, crisis obsesivas o de pánico, conductas compulsivas extrañas o tormentas repentinas de tics.
- Retraso psicomotor: En caso de regresión en el desarrollo, es decir cuando se hayan perdido habilidades ya conseguidas, o cuando aparezcan movimientos anormales. En cualquiera de los casos, el papel del Pediatra como médico a cargo del área de emergencia es fundamental, ya que es quien toma la decisión de solicitar la valoración especializada en aquellos casos que así lo requieran.
Referencias
- El Neuropediatra y las urgencias neurológicas pediátricas. J. García-Peñas, R. Muñoz-Orduña. Rev Neurol 2008; 47(Supl.1):S35-S43.
- Emergencias neuropediátricas en años atendidos en el Hospital Universitario de Maracaibo. M. Jiménez-Méndez, F.Hernández et al. Arch Venez Puer Ped 2016; vol.79 no.4.
- When your child needs emergency medical services. American Academy of Pediatrics 2015.
- Patología neurológica infantil durante el confinamiento. Guía para familias. F. Martín del Valle, a. García Pérez et al. Asociación de Neuropediatría de Madrid y zona centro 2020 disponible en https://mcmpediatria.org/libros/neuroped.pdf