Aspectos generales de la epilepsia en niños.
Dra. Teresa Marinet Espinette D.
Fotografías e imágenes: vivirconepilepsia.es
La epilepsia es una entidad frecuente en la edad pediátrica. El reconocimiento de esta patología se ve limitado en muchas ocasiones por la gran diversidad de manifestaciones clínicas y la variabilidad de la sintomatología en función de la edad de aparición. Todo esto hace que, en algunos casos, el abordaje diagnóstico y terapéutico sea complejo y suele requerir manejo por parte del especialista en Neurología infantil; sin embargo, el primer contacto con el niño y las primeras impresiones las hace el Pediatra, el cual tiene un papel primordial tanto en la aproximación inicial, como en la referencia y seguimiento de estos pacientes. Es muy importante conocer ante un niño con epilepsia, qué aspectos generales deben identificar los padres o cuidadores.
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es un trastorno cerebral que se caracteriza por una predisposición continuada a la aparición de eventos involuntarios y paroxísticos o repentinos conocidos como crisis epilépticas, lo cual conlleva a consecuencias neurobiológicas, cognitivas, psicológicas y sociales, según criterios de la liga internacional contra la epilepsia (ILAE 2017). La epilepsia puede ocurrir, como consecuencia de un trastorno genético o una lesión cerebral adquirida, secundaria a un traumatismo o isquemia cerebral, entre otras etiologías.
Qué es una crisis epiléptica?
Es el acontecimiento transitorio de signos o síntomas debidos a una actividad neuronal anormal excesiva o síncrona en el cerebro. Una crisis no necesariamente indica que una persona tenga epilepsia. Las contracciones musculares involuntarias en sí se conocen como convulsiones, pero éstas pueden tener origen o no en el sistema nervioso central, por lo que no es lo mismo hablar de crisis epiléptica que de convulsión.
¿Cómo se manifiesta?
La expresión es variable. Puede ser mediante crisis generalizadas, caracterizada por una pérdida brusca de la conciencia, produciéndose como resultado caída al suelo, también puede haber contractura de los músculos de las extremidades y cara, seguida de sacudidas rítmicas. Usualmente en niños la pérdida de conciencia puede ser de menor duración. Por otro lado, mediante, crisis focales, las cuales pueden presentarse de diferentes formas, en ocasiones difíciles de describir, mediante fenómenos visuales, auditivos, sensación de hormigueo entre otras . Estos síntomas pueden aparecer de manera aislada, o dar paso a un episodio de pérdida de la conciencia, con movimientos de la boca, las manos u otra parte del cuerpo.
¿Cuáles son los síntomas y signos que nos indican una crisis epiléptica en niños?
Los síntomas y signos que advierten que se está produciendo una crisis epiléptica son:
- Períodos de confusión mental.
- Comportamiento inadecuado, irritabilidad, episodios de llanto intenso o risa inmotivada.
- Movimientos mandibulares no voluntarios, apertura y cierre de ojos, mirada fija o desviación de la mirada.
- Debilidad o sensación de fatiga
- Períodos de mente en blanco o ausencia de pensamientos, en el que no es capaz de mantener el hilo de una conversación o responder preguntas.
- Los lactantes, pueden presentar síntomas, como sacudidas en flexión o extensión, de una parte del cuerpo o de su totalidad; los recién nacidos sólo pueden chasquear los labios, parpadear, masticar, pedalear, entre otros movimientos.
¿Cuál es la causa de esta enfermedad?
La epilepsia es una condición con muchas causas posibles. Algunas personas tienen una cantidad más elevada de sustancias encargadas de transmitir el impulso a nivel cerebral produciendo hiperexcitabilidad neuronal. En otras, se ha encontrado disminución en la cantidad de inhibidores de estas sustancias, lo que conduce igualmente a un aumento de esta actividad.
Existen varios factores que pueden ser indicadores. Aunque ninguno de ellos basta para explicar la condición y será el Neuropediatra quien determine si estos tienen relación con los síntomas del niño. También deben considerarse aquellas situaciones, donde no es
posible identificar la etiología, conocidas como epilepsias idiopáticas, que se manifiesta en 7 de cada 10 niños .
Dentro de estos factores de riesgo tenemos:
- Antecedentes familiares de crisis epilépticas, o de crisis febriles. Cuando otros miembros cercanos de la familia tienen epilepsia, salvo excepciones muy concretas asociadas a ciertas enfermedades, se trata de una epilepsia de buen pronóstico.
- Presencia en la piel de manchas de color claro en alguno de los padres (asociado algunas veces con esclerosis tuberosa).
- Historia de dificultades durante el embarazo o el parto: prematuridad, bajo peso al nacer, hipoxia pre o perinatal, trauma obstétrico, infecciones congénitas, entre otras.
- Malformaciones congénitas, alteraciones genéticas o del metabolismo.
- Antecedente de enfermedad infecciosa severa (meningitis, encefalitis).
- Traumatismo craneal moderado a severo o accidentes cerebrovasculares, entre otros.
Referencias:
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www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2015/xix09/04/n9-609-621_PilarTirado.pdf
www.ilae.org/files/ilaeGuideline/Definition-2014-Epilepsia-Spanish.pdf
ww.davila.cl/epilepsia-en-ninos-la-importancia-de-su-diagnostico/#:~:text=El%20diagn%C3%B3stico%20de%20las%20epilepsias,ni%C3%B1o%20que%20lo%20ha%20heredado.
medlineplus.gov/spanish/ency/article/007681.
www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/epilepsia-infantil
Fotografías e imágenes: vivirconepilepsia.es, elmedicointeractivo.com,
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Diagnóstico y abordaje de la epilepsia en niños
Dra. Teresa M Espinette Díaz.
Tomando en cuenta que la epilepsia es una condición que puede afectar a los niños completamente sanos, en sus diferentes etapas: escolar, pre-escolar, lactante y recién nacido, hasta niños con antecedentes de importancia, tales como infecciones (como meningitis o encefalitis); hipoxia o asfixia perinatal, traumatismo cráneo encefálico, entre otras etiologías, el diagnóstico de las epilepsia es muy importante ya que, como condición suele persistir en el tiempo y debemos conocer su abordaje.
El médico está encargado de evaluar qué tipo de epilepsia es y cuáles son sus características. Asimismo, tomar en consideración la edad y cuán comprometido está el sistema nervioso, las características de las crisis, como frecuencia, intensidad, duración, relación con algún estado: vigilia, sueño, al despertar, condición hormonal, recurrencia y cómo fue la última crisis. Para esto es de mucha utilidad, que uno de los familiares, realice grabación al niño durante la misma, de esta forma, el médico tendrá una idea más clara de lo que sucedió.
¿Cómo se diagnostica la epilepsia en niños? Para el diagnóstico, es muy importante la información obtenida en la historia clínica en base a los antecedentes. Se debe precisar: la edad de inicio, antecedentes familiares, o de consanguinidad, condiciones relacionadas con el embarazo (pre o perinatales), historia del desarrollo psicomotor, relación con etapas claves (neonatal, lactancia, etapa, escolar o adolescencia); estos datos nos orientarán en la búsqueda de etiologías primarias o secundarias.
En relación a los estudios se emplea el electroencefalograma, análisis de sangre, orina, imágenes cerebrales de tipo tomografía, resonancia magnética cerebral y en ocasiones estudios más especializados, como punción lumbar para el descarte de infecciones agudas, crónicas o congénitas del tipo TORCH (toxoplasmosis, Rubéola, citomegalovirus, herpes, Virus de Inmunodeficiencia Humano y Sífilis) estudios metabólicos, genéticos, entre otros, de acuerdo al contexto.
¿Cuál es el tratamiento de la epilepsia en niños ?
Una vez identificada la etiología, debe instaurarse tratamiento. La base del mismo son los fármacos antiepilépticos, los cuales controlan alrededor del 70-80% de las crisis. Es importante seguir en forma precisa las instrucciones de tratamiento, y la adherencia al mismo, incluyendo el horario que se tomen los medicamentos. Si los niños han sufrido solo una crisis, deben evaluarse la existencia de factores de riesgo, citados en artículo precedente (aspectos generales de la epilepsia en niños) para así indicar tratamiento oportuno. Usualmente se utilizan fármacos si se repiten las crisis o si hay probabilidad de recurrencia. Las dosis se incrementan gradualmente, a medida que el niño crece y aumenta de peso. Se puede sustituir o añadir otro fármaco, si el primero fue parcialmente eficaz o presenta efectos secundarios. Estos medicamentos, pueden interactuar con otros fármacos, por lo que los padres deben informar al médico, todo lo que el niño esté recibiendo.
En pacientes refractarios o que no responden al tratamiento, o éste no tiene los efectos deseados, están disponibles otras alternativas, entre ellas la cirugía de epilepsia y el estimulador del nervio vago, entre otros; lo cual requiere de la evaluación previa de un equipo multidisciplinario y de la individualización de cada caso.
¿Cuál es el pronóstico de la epilepsia infantil?
La mayoría de las epilepsias del niño se controlan con fármacos antiepilépticos, con pocos efectos secundarios por ejemplo, sobre el aprendizaje. Por ello es muy importante realizar un seguimiento. El 70% de los pacientes con epilepsias generalizadas, de etiología no precisada, se curan y no requieren más medicación al cabo de un periodo entre 2 y 5 años. En las epilepsias de origen focal, aproximadamente el 50% de los pacientes se controlan y pueden llegar a prescindir del tratamiento al cabo de 5 años. El pronóstico de la epilepsia en la infancia varía mucho en función de la causa, edad del paciente y el síndrome epiléptico que padezca. Conocer el origen de la epilepsia es lo que más condiciona su manejo. Hay algunas formas que tienen un pronóstico particular, como la epilepsia mioclónica juvenil, que en general responde muy bien al tratamiento, pero tiene una alta tendencia a reaparecer al intentar retirarlo.
¿La epilepsia es una enfermedad invalidante?
Es una condición que por sí misma no es invalidante, sin embargo muchos síndromes epilépticos en la infancia pueden afectar el desarrollo psicomotor. La mayoría de pacientes, puede llevar una vida normal apenas se inicie el tratamiento farmacológico; sin embargo, existen una serie de condiciones de orden neuropsicológico que acompañan los síntomas de epilepsia y que producen efectos sobre las funciones cerebrales superiores, siendo la atención y la memoria los procesos que se ven afectados con más frecuencia. Es importante valorar la causa subyacente para detectar los posibles problemas cognitivos de forma precoz, idealmente en la infancia, evaluando la integración y el rendimiento escolar del niño para realizar las debidas intervenciones, si fuera necesario. El desempeño y la conducta del niño en el colegio son, por tanto, indicadores que se deben observar para saber si el pequeño con epilepsia tiene buenas aptitudes cognitivas y psicosociales.
¿Qué deben hacer los padres ante la presencia de una crisis epiléptica?
Cuando un niño tiene una crisis, los padres o los cuidadores deben tratar de evitar que el niño sufra lesiones, para lo cual se recomienda:
- Acostar al niño lateralmente, en un sitio ventilado evitando hacinamiento.
- Mantener al niño alejado de peligros potenciales (como escaleras u objetos punzantes).
- No introducir nada en la boca del niño ni intentar sujetarle la lengua. Una vez finalizada la crisis, los progenitores u otros cuidadores deben:
- Permanecer con el niño hasta que esté completamente consciente y comprobar si respira.
- No administrarle ningún alimento, líquido ni fármaco por vía oral hasta que esté completamente consciente.
- Comprobar si hay fiebre y, si la hay, tratarla; colocar un supositorio de acetaminofén si está inconsciente o es demasiado pequeño para tomar medicamentos por vía oral. También se debe retirar la ropa de abrigo.
¿Cuándo se debería consultar a una emergencia?
- Ante la primera crisis.
- Si la crisis dura más de 5 minutos, se produce inmediatamente otra crisis o no hay recuperación del estado de conciencia entre los episodios.
- Si el niño se lesiona o tiene dificultad respiratoria tras la ocurrencia de la crisis.
- En estas circunstancias, los médicos deben garantizar los cuidados pertinentes a la emergencia.
Adicionalmente se suelen administrar medicamentos para detener las crisis que duran 5 minutos o más para prevenir el estado epiléptico. Entre los fármacos empleados, se encuentran el Diazepam, Fenobarbital o Fenitoína (vía intravenosa). Si no se puede administrar el fármaco por vía intravenosa, se puede aplicar Midazolam (vía intranasal). Los niños que han recibido estos medicamentos o que presentan estado epiléptico, requieren un minucioso monitoreo especialmente de las constantes vitales, en un área de urgencias o cuidados intensivos según sea el caso.
Referecias
www.msdmanuals.com/es/hogar/salud-infantil/trastornos-neurol%C3%B3gicos-en-ni%C3%B1os/convulsiones-en-ni%C3%B1os
www.pediatriaintegral.es/wp-content/uploads/2015/xix09/04/n9-609-621_PilarTirado.pdf
www.ilae.org/files/ilaeGuideline/Definition-2014-Epilepsia-Spanish.pdf
www.davila.cl/epilepsia-en-ninos-la-importancia-de-su-diagnostico/#:~:text=El%20diagn%C3%B3stico%20
de%20las%20epilepsias,ni%C3%B1o%20que%20lo%20ha%20heredado.
www.cun.es/enfermedades-tratamientos/enfermedades/epilepsia-infantil
vivirconepilepsia.es/epilepsia-infantil
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