Dra. Magaly Bottaro Omaña, Neurólogo Pediatra.
Dra. Teresa Espinette, Neurólogo Pediatra.
Los vapeadores son dispositivos que vienen en distintas formas atractivas, como cigarrillos convencionales, lapiceros e incluso de colores llamativos, que se han popularizado en los últimos años, como alternativa para evitar consumir los cigarrillos convencionales. Fue inventado en 2013 por Hon Lik, un médico chino cuyo padre murió por cáncer de pulmón. Los dispositivos liberan nicotina a través del calentamiento de un líquido mezcla de propilenglicol y glicerina vegetal. La mezcla se calienta hasta los 350 grados, mediante una batería que se carga en un puerto USB y se aspira mediante una boquilla. El material aspirado puede contar con distintos y atractivos sabores.
En la actualidad hay más de 460 marcas diferentes de cigarrillos electrónicos en el mercado. Algunos otros nombres comunes para estos son: e-cig, narguile electrónico, hookah bolígrafo, vapeador, bolígrafo vapeador, moods, entre otros.
Los cigarrillos electrónicos son populares entre los adolescentes y actualmente son la forma más común de consumo de tabaco. Algunos factores que han contribuido a su popularidad, son la facilidad para obtenerlos, su atractiva publicidad, la variedad de sabores y la creencia de que son más seguros que los cigarrillos tradicionales. La nicotina presente en los dispositivos vapeadores, es un potente alcaloide, que según las dosis que se consuma, puede ser estimulante y relajante a la vez. En dosis bajas es estimulante, aumentando los niveles de dopamina y adrenalina, como lo hacen las anfetaminas y la cocaína. A dosis altas, la nicotina es relajante, aumentando los niveles de serotonina y endorfinas. También puede actuar como impostora, suplantándole el papel a la acetilcolina, uno de los neurotransmisores más importantes del cerebro, que regula la atención, la memoria, el aprendizaje, las emociones y la activación de los músculos.
La nicotina también afecta el desarrollo de los circuitos cerebrales que controlan la atención y el aprendizaje. Otros riesgos incluyen trastornos emocionales y problemas permanentes para controlar impulsos, es decir, la incapacidad de resistir un deseo fuerte o un impulso que podría causarle daño a la persona o a otros.
Los años de la adolescencia son críticos para el desarrollo del cerebro, que continúa creciendo hasta la adultez temprana. Los jóvenes que consumen productos de nicotina, incluidos los cigarrillos electrónicos, están expuestos al riesgo de sufrir efectos duraderos. Como la nicotina afecta el desarrollo del sistema de recompensa del cerebro, el uso continuado de los vapeadores, no sólo puede llevar a la adicción a la nicotina, sino que también puede hacer que otras drogas o el alcohol, sean más placenteras para el cerebro en crecimiento.
Los cigarrillos electrónicos vaporizan una solución de nicotina con distintos sabores para el consumidor, ofreciendo la dosis de la droga, pero sin ser efectiva para dejar de fumar. Tan solo es una forma más limpia de mantener la adicción a la nicotina y su creciente uso, incluso entre los niños y adolescentes, intenta normalizar el consumo de cigarrillo dentro de la sociedad, manteniéndose el consumo de la droga original.
Referencias
- American Heart Association Presidential Advisory, New and Emerging Tobacco Products ande the Nicotine Endgame: the role of robust regulation and comprehensive tobacco control ande prevention,2019.